Oía de vez en cuando que como íbamos a perder tanto tiempo tejiendo, que saldría mas barato y rápido dar dinero para comprar mantas. Pero la sensación de hacer algo tú misma, con tus manos, algo que sabes hacer, toda la pasión que pongo al tejer,... eso, todo eso se iba a transmitir con mis cuadraditos. Y el número de estos iba en aumento.
Se crearon grupos en facebook; uno general y otros por cada ciudad o grupo de trabajo. El grupo de la manta de la vida estaba pidiendo cuadrados de 50x50cm, el grupo de la manta de la vida de Salamanca los estaba haciendo de 25x25cm y los que estaba tejiendo yo eran de 27x27cm.
Entonces deshacía o los aumentaba, y entonces me dije hago una manta completa. Y seguí tejiendo cuadrados.
Todo crecía,
el número de cuadrados de mi manta, el número de miembros en el grupo de facebook de la manta de la vida, mi ilusión por esta colaboración y las aportaciones de la lana para la manta.
Yo tenía unos cuantos ovillos de lana gordita (he usado la aguja del cuatro) por lo que hablé con Inma, la presidenta de la asociación ZOES del barrio del Oeste de Salamanca, y me dijo "sin ningún problema, las que necesites". En la asociación se compra lana para las acciones que realiza el grupo de personas que tejen 'Quedamos y Punto' por el barrio, y por otro lado, está la lana que la gente nos lleva de las abuelitas que ya no tejen o que ya se han marchado. Esas bolsas de lanas, de ovillitos pequeños, de muestras tejidas guardadas con tanto empeño para esas futuras labores que tal vez nunca llegaron a tejerse, esos ovillos de aquel jersey que se quedó pequeño y se deshizo para aprovechar la lana. Estas lanas son las que también he utilizado. Por lo que en esta manta va la ilusión de esas manos arrugadas de las abuelas tejedoras del barrio del Oeste.
Por eso quiero decir aquí que esas bolsas o cajas de lanas, hilos y muestras no se tiren en un contenedor, que se lleven a las asociaciones para que sean reutilizadas. Aunque parezca algo que ya no sirve, para algunas personas es un tesoro. Muchas gracias.
La manta iba creciendo y era hora de ir uniendo los cuadrados.
A mi tejer me gusta mucho, pero rematar los hilos no tanto, y ese es el momento en el que se une mi mami; a ella no le importa rematar esos hilos (las mamis, otro tesoro), y a la par que iba uniendo los cuadrados ella me iba rematando los hilos.
En la manta hay un cuadrado amarillo que queda algo soso, le bordaré unas letras. Es pequeño, por lo que algo corto; bordaré la palabra PAZ.
Una palabra corta pero fácil de entender, que se termine de una vez esta guerra.
Para unificar los bordes tejí un par de vueltas en punto alto en negro.
Cuando tejo no suelo hacer fotos, pero para esto sí he ido documentando el proceso y el resultado.
Así ha quedado.
Estas son las medidas de la manta.
Doblada para llevarla al punto de recogida de Salamanca, que es una tienda del Paseo de Canalejas que se llama Perendengues, donde tienen cosas muy chulas y dan talleres. La empresa que gratuitamente ha transportado las mantas de Salamanca a la Asociación de ayuda al pueblo sirio de Madrid ha sido Seur,
Y esta es mi cara de felicidad por mi aportación con la causa.
Ha sido una experiencia llena de ilusión, con el deseo de que al menos una persona no pase frío este invierno. Y de que se terminen de una vez estos conflictos que no traen nada bueno para las personas.
Espero que la gente se una a estas colaboraciones.
Mucha gente pequeña, en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo. Proverbio africano.
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